Fuente: El País |
El español procede del latín, pero en latín no existía el sonido ni la grafía de la eñe. ¿Qué pasa si te inventas, si creas un sonido nuevo? ¿Cómo lo escribes? ¿Cómo representar el sonido de la eñe?
Lola Pons nos da las claves en este interesante artículo.